domingo, 27 de septiembre de 2015

Sevilla con mucho 'Sirope'

Cuarenta mil personas, el doble del aforo inicialmente previsto, acudieron a la llamada de Alejandro Sanz para despedir su tour.


Dos años habían pasado, dos largos años de espera para la cita de anoche con Alejandro Sanz en el Estadio de la Cartuja. Aunque se veía venir, hubo que hacer cambios en las últimas semanas. Las veinte mil entradas que inicialmente se pusieron a la venta se quedaron tan cortas que hubo que doblar aforo, volver a estudiar la visibilidad desde nuevos ángulos y apurar espacios al máximo.
Viajes de ida y vuelta de los responsables a Sevilla desde otras ciudades para que todo estuviera a punto y casi una semana de montaje -comenzó el pasado domingo día 20-. Alejandro iba a cerrar su gira en Sevilla y tenía que ser un día grande.
Y Sevilla no falló. Cuarenta mil personas acudieron a su llamada para despedir su tour 'Sirope', que comenzó en Córdoba el pasado 30 de julio. 'Aforo completo' en la Cartuja. Cuenta atrás desde el escenario y el madrileño apareció puntual, para, antes de decir una palabra recibir la ovación que se merece alguien que, como él, ha demostrado lo mucho que se puede hacer por la música.
La puesta en escena -luces incluidas- mereció un diez; a diferencia de su anterior gira, quizás demasiado cargada en imágenes y efectos, en esta ocasión llenó el espacio a base de barras de neón móviles que formaban triángulos y pirámides -original y espectacular-, acompañados de dos pantallas laterales y de una frontal en la que se sucedían imágenes acordes a cada tema.
Con 'El silencio de los cuervos' comenzó un concierto de más de dos horas de duración, justo antes de saludar a la ciudad. "Sevilla, y me quedo mudo; Sevilla, y más ná. No se me ocurre mejor forma de cerrar una gira".
Sanz fue desgranando títulos de su último disco de estudio, como 'A mí no me importa', 'Tú la necesitas' o ese 'Capitán Tapón' que escribió a su hijo Dylan y que se acompañó de imágenes sencillas pero que dicen mucho, como dos pares de zapatillas deportivas, de adulto y de niño, por siempre juntos, "mientras esté, estaré". También 'A que no me dejas', ese nuevo éxito grabado con el mexicano Alejandro Fernández pero que en Sevilla cantó con India Martínez. Hubo más sorpresas, y Vanessa Martín le acompañó en 'Quisiera ser', mientras que, con José Antonio Rodríguez a la guitarra, La Flaka y José Mercé hicieron lo propio en 'Corazón partío'.
Más protagonismo para sus invitados que para sí mismo; en estos momentos cantaron más ellos que el anfitrión. Y si se necesitaba, ahí estaba el público para ayudar. Quizás a algunos les pudo parecer un repertorio 'raro'; hubo quien esperaba algún tema que no se oyó, pero no se pueden cantar todos cuando se tienen once discos de estudio. La gente crece y evoluciona, y los artistas también, al menos en el caso de Alejandro. Nuevos ritmos, diferentes formas de entender su música, mezcla de influencias sin olvidar sus orígenes.
Difícil seleccionar canciones, y por eso existen los medleys, en los que incluyó éxitos como 'Amiga mía', 'Mi soledad y yo', 'Y si fuera ella', unos acordes de 'Viviendo deprisa' y un fuerte fin de fiesta muy de discoteca con 'Pisando fuerte' para despedirse de Sevilla. Pero antes hubo más. 'Desde cuándo', 'Un zombie a la intemperie' y 'Lo ves' fueron momentos románticos de la noche; 'Paradise' y 'No es lo mismo' hicieron bailar al estadio entero, y 'La música no se toca' volvió a convertirse en alegato de algo tan necesario para la humanidad como es la música.
Un concierto más animado que lento, con un artista que desde el primer momento levantó a su público -bien es verdad que la predisposición del mismo era evidente- y al que se veía contento, relajado y con ganas. Bien de voz -mejor que en otras ocasiones- y buen engranaje con una gran banda. El 'pero' del concierto estuvo en el sonido. Desde el comienzo la música sonaba tan fuerte que apenas se oía al artista; se esperaba una mejora, y la hubo, pero fue leve e insuficiente, dando a veces la sensación de que había 'demasiado ruido'. En cualquier caso, el que Alejandro Sanz ofreció a Sevilla fue un gran concierto y un regalo, como los numerosos piropos que lanzó a la ciudad. "Todo lo bueno despeina, y Sevilla también".
Por último, no hay que olvidar a quienes actuaron de teloneros, Victoria Riba y Electric Nana, y atención a este nombre, porque según lo visto, puede dar bastante de que hablar en la música...