lunes, 7 de diciembre de 2015

Alejandro Sanz: "Por lo general somos bastante fáciles cada vez que nos piden desde el Festival de Viña"

El artista madrileño habla con La Tercera antes de la llegada de su nueva gira a Chile, que en febrero pasará por el Movistar Arena y la Quinta Vergara. 

 

Las últimas semanas fueron especiales para Alejandro Sanz. A sus 46 años, y luego de una carrera de un cuarto de siglo en la música en la que ha ganado una veintena de Grammys y vendido más de 25 millones de copias de sus discos, el cantautor español más exitoso de las últimas décadas disfrutó olvidándose, momentáneamente, de los aviones y los escenarios para marcar tarjeta como cualquier mortal. “Ahora tengo la oportunidad de ir todos los días a una oficina y eso a mí, que paso todos los días viajando, me hace mucha gracia”, cuenta el solista, a propósito de su trabajo en las grabaciones de La banda, el nuevo programa de talentos del canal estadounidense Univisión, donde es jurado junto a Laura Pausini y Ricky Martin.
Pero aunque goza de esta inédita experiencia, una suerte de prolongación de lo que hizo el semestre pasado en el show español La voz, los días de oficinista de Alejandro Sanz están próximos a terminar. Tras un breve descanso en su país natal, en enero el músico iniciará la primera parte de la gira internacional de Sirope, con la que promociona el disco del mismo nombre que lanzó este año. Un tour que ya recorrió con éxito España y que tras su paso por México llegará a Chile con dos funciones: en Santiago el 26 de febrero, con un recital en el Movistar Arena, y dos días antes en el Festival de Viña, cita a la que regresa como uno de los platos más fuertes.  
¿Lo que trae a Chile es similar a lo que presentó en la gira española de Sirope? Según las reseñas se trata de un show bastante largo. 
Exactamente igual. Me llevo todo para allá, todos los músicos, no me dejo a nadie en España. Y vamos a intentar darle al público chileno lo que se merece, un concierto de primera división. A mí cada vez se me hace más complicado hacer un show, no sé qué canciones quitar, cuáles dejar. Siempre alguien me va a decir que faltó tal canción o aquella otra. Lo bueno es que ahora, cuando termina, nadie me comenta eso, salen felices. Eso es lo que trato, que la gente se olvide que existen determinadas canciones y que se concentren en un show que no les va a dejar indiferentes.
¿Cómo fue la propuesta de Viña esta vez? ¿Qué lo motivó a volver?
Por lo general somos bastante fáciles cuando nos piden de Viña. Nos ponemos bien blandos. Eso sí, siempre intentamos dejar que pasen unos años, sobre todo porque yo me paso dos años componiendo el siguiente disco cuando termino una gira. Pero aparte porque no nos queremos poner pesados, me gusta que me echen un poquito de menos. Además, mi mánager es chilena entonces sabe perfectamente cuáles son los tiempos, cómo manejarlos para poder estar allí y que realmente la gente lo aprecie y nosotros podamos dar el cien por ciento.
Esta será su cuarta vez en el Festival. Imagino que ese amargo debut de 1994 ya es sólo un mal recuerdo. 
No, eso ya queda como una anécdota, una que incluso recuerdo con cierto cariño porque la gente se portó increíble. Podría haber sido otra cosa. Para mí, si subes con miedo al escenario de Viña no tienes nada que hacer, si subes hay que disfrutarlo. Además cada vez más te das cuenta que a la gente no le gusta este tema de ser el Monstruo. Lo que la gente quiere es disfrutar, lo que pasa es que cuando no disfruta tiene poca paciencia, pero bueno, eso nos pasa a todos.
La suya, junto a la de Pablo Alborán y Ana Torroja, de alguna manera devuelven la presencial española en Viña, que en los últimos años ha sido dominado por puertorriqueños. ¿Cree que ha cambiado la industria mundial o la música española perdió vigencia?
Estas son como oleadas. Hay temporadas en las que ocurren determinados acontecimientos musicales que acaparan la atención de todo el mundo, y de repente las radios se vuelven locas con cierto tipo de música y dejan de poner el resto. Esta no es una lucha nueva. Yo llevo 25 años haciendo esto y siempre hay etapas más complicadas. Yo creo que toda la música es bienvenida sea de donde sea, o como sea, la música significa diálogo, aunque sean balbuceos. Yo respeto a cualquiera que quiera expresarse a través de la música, aunque no la escucho toda.
En ese sentido, ¿ha sido una experiencia significativa trabajar como juez en programas de talentos en televisión? 
Primero, celebro que haya programas de música en televisión, porque en España hay muy poquitos. Esto me divierte mucho y  por otro lado, si tienes la posibilida de echarle una mano y motivar a un chico con talento, mucho mejor.
Después de un cuarto de siglo de carrera, los premios, los récords de venta, ¿cuáles son sus propias  motivaciones a la hora de lanzar un nuevo disco o enfrentar una nueva gira?
Las motivaciones siempre son las mismas: yo sigo buscando la canción más hermosa del mundo. Sigo sin encontrarla y a ver si algún día me la encuentro. Para mí, realmente, es una maravilla mi trabajo, todos los días me levanto y doy gracias a la vida por permitirme hacer lo que hago. Esa es mi motivación principal. Miro hacia atrás y no sé si cambiaría algo.