jueves, 21 de julio de 2016

Alejandro Sanz se une el Proyecto Quimions

«Apoyo distintas causas relacionadas con el cáncer y creo que el éxito de vuestra idea radica en la sencillez de la misma», dijo el cantante a la impulsora del proyecto.




«La iniciativa me encanta. Estuve viendo los enlaces que me remitiste y es algo diferente y muy interesante», le dijo el cantante Alejandro Sanz a Patricia Campos, impulsora del Proyecto Quimions. «Apoyo distintas causas relacionadas con el cáncer y creo que el éxito de vuestra idea radica en la sencillez de la misma», añadió un cercano Alejandro, que le pidió a Patricia que le mandase a su hermano toda la documentación para que a partir de ahora Quimions Coruña se cobije bajo el paraguas solidario del artista. «Fue un ofrecimiento que no esperaba», confiesa.
Y pensar que fue hace menos de un año cuando a esta coruñesa se le ocurrió crear un grupo de Facebook con el objetivo de promover la elaboración de fundas con las que cubrir los sueros de los tratamientos de quimioterapia. En unos meses ya han recibido varios premios, el último el domingo pasado como iniciativa solidaria novedosa, y el próximo el lunes en Lugo a la mejor iniciativa de participación solidaria.
El apoyo de Alejandro Sanz es un paso más hacia la visibilidad de un proyecto que en unos días va a contar con sede física, no solo en las redes sociales. «Abrimos en el Bulevar del Papagayo. En agosto inauguramos y en septiembre ya ofreceremos servicios gratuitos, desde jurídicos a psicológicos, y por supuesto, contaremos con un taller de elaboración de Quimions», relata.
Las fundas de los sueros ya son una realidad en los hospitales gallegos y van estando presentes en centros hospitalarios españoles. «Fíjate que hasta se pusieron en contacto conmigo desde el Ministerio del Interior. Nos reunimos y fruto de esa colaboración nació un proyecto de ocio productivo en las prisiones. Fui a enseñar a hacer Quimions a presos de tercer grado y los de Bonxe van a entregar pronto 500 fundas», destaca Patricia. Esta mujer no para y en unos días presentará la mascota del colectivo.

Alejandro Sanz

“Dormir bien es el secreto de la eterna juventud”

Alejandro Sanz en el lanzamiento de un nuevo producto. EFE

El cantante español Alejandro Sanz, quien en 2016 cumple 48 años, apareció rejuvenecido, gracias “a la buena vida” -afirmó en rueda de prensa- y resaltó estar pasando por “un momento dulce”, tras una gira de conciertos del tour ‘Sirope Vivo’ en una treintena de países como Chile, Argentina, Paraguay, Perú, Panamá, Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, y México, a donde regresará próximamente.
Recientemente el artista madrileño ha recibido el galardón de los premios internacionales YoDona, por su acto solidario al defender a una mujer cuando estaba siendo maltratada por un hombre durante un concierto en México.
“Vi a un tipo golpear a una mujer”, aseguró Alejandro Sanz en el lanzamiento de un nuevo producto con la letra de sus canciones, y recordó que cuando era niño al salir del metro en la estación madrileña de Ciudad Lineal,  con su madre, “un hombre la empujó” y otro intervino para defenderla. “Ahí supe que yo quería ser como ese señor que nos defendió”, agregó.
El cantante, que ha vendido más de 23 millones de discos durante toda su carrera artística, indicó ante los periodistas que de niño fue “bastante tímido” y que disfrutaba del tiempo jugando con la guitarra. “Yo era enamoradizo y solitario, no era travieso”, expresó Sanz.
Alejandro tuvo unos instantes para explicar a EFEsalud cómo cuida su bienestar.
¿Cómo te cuidas?
Principalmente hay que dormir bien, ese el secreto de la eterna juventud.
¿Qué le recomiendas a la gente para vivir saludablemente?
Comer bien, cuidar la alimentacion, hacer deporte, básicamente eso. Y luego, querer mucho a tu gente y que ellos te quieran mucho.
¿Cómo eres en tu papel de padre?
Yo soy el que maleduca, la madre educa, y yo maleduco, alguien tiene que hacer ese papel, yo soy el que les da los dulces, por eso ella se pone feliz cuando me voy de viaje, nos explica el cantante entre risas.

domingo, 17 de julio de 2016

Alejandro Sanz: «A los 47 el cuerpo me pide la misma emoción que a los 20»

Dice que hace «cosas» cuando nadie le ve y ha vivido deprisa. Puede incluso que aquella joven de Foz le dejara el Corazón Partío hace muchos años, pero Amigo Mío queremos Más, así que más te vale que te dejes El Alma al Aire el próximo martes y que el Coliseo de A Coruña se convierta en un Paraíso, aunque sea Express.





Ha vivido deprisa pero también ha sabido saborear el camino. Ahora cuando se cumplen 25 años desde que lanzó su primer trabajo (Viviendo Deprisa, 1991), Alejandro Sánchez Pizarro (Madrid, 1968) confiesa que se ha dejado el alma con cada una de las 250 canciones que tiene a sus espaldas, aunque haya algunas muy «caprichosas». Más de 25 millones de discos vendidos y 20 Grammys lo avalan. ¿Quién se lo iba a decir a su madre? Que salió de casa con la intención de apuntarlo a clases de kárate, pero como estaba cerrada la escuela las cambió por unas de guitarra. «Estuve a punto de aprender ganchillo» confesó en una ocasión.


Lo que estaba claro es que el futuro estaba en sus manos. Su padre le regaló una raqueta, pero este madrileño-gaditano la cogía y la utilizaba como si fuera una guitarra. Comenzó tocando donde le dejaran ¡incluso en clubes de alterne! Hasta que le llamaron de distintos estudios de grabación. Entonces, llegó su primer disco bajo el nombre artístico de Alejandro Magno, que poco le duró. Meses después escribió diez canciones que, aunque en un principio no iban a ser para él, finalmente se quedó con ellas y lanzó su segundo trabajo: Viviendo Deprisa. Había nacido Alejandro Sanz. En 1997 escribió «una rumbita como para Camela o algo así» con la que entró en la historia musical de este país. Tuvo que convencer a los que se opusieron a que la hiciera suya porque no querían que se notase su acento andaluz y creían que este tipo de música no vendería, pero acabó tapándoles la boca a todos. Demostró que el flamenco también vende. Y tanto. Más, el disco que incluye Corazón Partío, se convirtió en el más vendido de España. Lo que vino después es de sobra conocido. Su nombre va unido a la música, al éxito y al de A Coruña. Con esta tierra, la misma en la que nació su abuelo materno y en la que se enamoró por primera vez, mantiene un idilio permanente visible en cada actuación. Y cómo no lo vamos a querer si viene a la ciudad por undécima vez.


-Vuelves a tu «ciudad talismán», donde has batido todos los récords... a este paso o te hacemos hijo predilecto, te damos una copia de las llaves del Coliseo o te invitamos a una buena mariscada, ¿qué prefieres?


-La mariscada, pero la pago yo.


-Hace 20 años en un hotel de Monterrey comenzaron a surgir los versos a los que más les debes, 15 minutos en los que los ritmos llegaron acompañados de letras. ¿Te ha vuelto a pasar esto con alguna canción?


-Con las canciones me ha pasado de todo, desde tardar 15 minutos en componerlas a tardar meses. Las canciones son caprichosas.


-¿Qué significa para ti «Corazón Partío»?


-Corazón Partío es una gran canción dentro de mi repertorio, pero creo sinceramente que le debo mi éxito a todas ellas, al trabajo de muchos años.


-¿Crees que el público te perdonaría que terminaras un concierto sin tocar ese tema?


-Pues a estas alturas creo que sí, hay mucha gente que ha ido a muchos conciertos y a lo mejor les gustaría escuchar otras canciones. Pero, de momento, no lo voy a probar.


-25 años ya desde el lanzamiento de «Viviendo Deprisa». ¿Has vivido muy deprisa o has sido consciente de todo lo que iba pasando?


-La verdad es que creo que es una mezcla de las dos cosas, en algunos momentos he vivido muy deprisa, pero también tengo la sensación de haber saboreado el camino. Tengo grandes recuerdos y todavía espero atesorar muchos más.


-¿Cuál sería el mejor homenaje que le podría hacer este país a Alejandro Sanz?


-Yo no necesito homenajes realmente, me siento afortunado en la vida por tener el trabajo que tengo. Vengo homenajeado de casa y agradezco todos los días a la vida.


-Después de 25 años, ¿te sientes «raro» cuando rescatas alguna de las primeras canciones porque ya no eres ese adolescente del que hablas o todo lo contrario?


-¿No hay una tercera opción? A veces es complicado trasladar las letras al presente, pero con un poquito de cariño y empeño, se puede hacer.


-¿Alguna vez pensaste que el éxito sería esto?


-¿El qué? Una entrevista con La Voz de Galicia. ¡Siempre lo soñé!


-Oye, pues también, pero no, lo que estás viviendo? ¿a qué sabe el éxito?


-A pulpo á feira.


-¿Cuál es el disco en el que más te has dejado el «alma al aire»?


-En absolutamente todos y cada uno de ellos me he dejado todo lo que tenía dentro, y en cada concierto y en cada nota?


-¿Se puede pedir más? ¿A estas alturas ya no habrá sueños que cumplir??


-¡Por Dios! Qué pesimista te has levantado. Por supuesto quedan sueños por cumplir, tanto en lo personal como en lo profesional. Siempre hay un sueño que supera a otro.


-A los 47, ¿qué le pide el cuerpo a Alejandro Sanz?


-Me pide emoción, como me pedía a los 20.


-El pasado febrero te veíamos parando un concierto en México para expulsar a un chico. ¿Qué es lo que más te indigna de la sociedad de hoy en día?


-Sobre todo la injusticia, es la madre de todos los problemas.


-Si no me equivoco cerca de 250 canciones a la espalda, algunos verdaderos himnos de este país, ¿le tienes manía a alguna?


-No, jamás le cogería manía a una canción. Para eso ya están algunos personajes, para cogerles manía.


-Siempre te subes de negro al escenario? ¿Esto es para disimular como las señoras mayores o tiene una explicación?


-Es porque es fácil.


-¿Qué género musical no suena ni en tu coche, ni en el iPod ni en casa?


-Tú ya lo sabes? [Risas].


-Puede ser que tus hijos quieran seguir tus pasos? ¿Qué consejo les darías que hubieras agradecido que te diesen a ti en su momento?


-Les diría que disfruten el camino y que no se tomen nada demasiado en serio.


-Echas la vista atrás, ¿y qué ves? A un hombre que?


-Camina?


-Y hacia adelante, ¿visualizas un futuro sin estar subido a un escenario o te imaginas tocando «otros palos»?


-Lo último, jajaja.


-¿Qué hace Alejandro cuando nadie le ve?


-Cosas?


-¿Te consta que aquella chica de Foz de la que te enamoraste de joven y viniste a buscar a Galicia te haya ido a ver a algún concierto alguna vez?


-Sí, sí. Me fue a ver a A Coruña hace dos giras.


sábado, 16 de julio de 2016

Alejandro Sanz y Marc Anthony se unen en el tema “Deja que te bese”

Las dos estrellas más importantes de la música latina hacen realidad este proyecto.

Alejandro Sanz y Marc Anthony están de estreno.


Miami, Estados Unidos.



El cantante español Alejandro Sanz y el salsero estadounidense Marc Anthony publicaron ayer su dúo titulado Deja que te bese a través de las redes sociales.

“Es una suerte para la música que existan artistas como Marc Anthony, y me siento muy afortunado de haber podido trabajar con él”, dice Alejandro Sanz en uno de los videos a través de los cuales anuncian la colaboración.


Por su parte, el salsero neoyorquino de origen puertorriqueño asegura que esperó “20 años para que llegase este momento” y poder trabajar al lado del multipremiado cantautor español.


En el video de este tema, el autor de Corazón partío se ve apostando por sonidos andaluces, con guitarras españolas y castañuelas. Ambiente de fiesta, flamenco, abrazos entre los dos amigos, y de fondo, mucho ritmo.



El coach de los concursos de canto La voz España y La voz México se encuentra inmerso en una gira para presentar su último disco, Sirope, que lo llevará a presentarse en una docena de conciertos en su país natal.



Solidarios

El mes pasado, estas dos estrellas de la música unieron sus esfuerzos a la campaña “Comparte por una vida”, iniciativa humanitaria que se desarrolla en Miami para recolectar alimentos e insumos para ayudar a los niños hospitalizados en Venezuela que están viviendo en condiciones extremas, incluso sin tratamiento”.


martes, 12 de julio de 2016

Un coro de 14.000 voces más Alejandro Sanz

Tras saludar en catalán, Sanz recordó que su primer concierto lo dio en Sant Adrià de Besós

 


 Acceder al Sant Jordi en día de concierto multitudinario es cada vez más complicado y precisa de buenas dosis de paciencia. Al pertinaz embotellamiento se unen ahora unas llamadas medidas de seguridad que te obligan sin ton ni son a largos y desapacibles paseos por la montaña rodeando edificios deportivos para llegar, un cuarto de hora después, prácticamente al mismo lugar en el que estaba el control. Además, oyendo en la lejanía como los teloneros acababan su actuación.

 Por suerte Alejandro Sanz tuvo consideración y no fue especialmente puntual. Cuando pasaban diez minutos de las nueve un coro de niños y jóvenes africanos procedentes de una escuela de Uganda, tomó casi por sorpresa el escenario a los sones de Leonard Cohen. El ambiente se caldeó rápidamente con sus contagiosos cantos y danzas. En las primeras filas se siguió el ritmo pero en el resto parecía reinar una cierta impaciencia. A mitad del cuarto tema Alejandro Sanz y sus músicos se unieron a la fiesta. Un barrido de subgraves ahuyentó a los jóvenes africanos, un reloj digital gigante marcó diez segundos de cuenta atrás coreados por la parroquia y El silencio de los cuervos marcó el despegue.

 Alguien le pasó una estelada que el madrileño desplegó con una incierta sonrisa. Cientos de teléfonos móviles inmortalizaron el momento, en realidad inmortalizaron toda la actuación. Tras saludar en catalán, Sanz recordó que su primer concierto lo dio en Sant Adrià de Besós. Euforia total. Los presentes comenzaron ya a corear desde el primer tema y no pararon, el mismo cantante animó reiteradamente a la concurrencia. Esta vez se podía pasear bien por la pista del Sant Jordi, esponjosa y con claros a pesar de que en taquillas se había acabado el papel.

 14.000 personas, según la organización, asistieron a este nuevo desembarco de la gira Sirope que ya nos había visitado el pasado septiembre en el mismo local. El motivo de la gira, el disco Sirope, tiene ya más de un año pero el del viernes era el primer concierto de su regreso a tierras peninsulares tras un largo periplo suramericano, como si Sanz comenzara una nueva gira en Barcelona.

 El repertorio ha variado poco desde la temporada pasada, el público conoce bien los temas, incluso los del último disco, que ya no es tan nuevo y canta a voz en grito tapando por momentos la voz de Sanz. Una sonorización sucia y algo enmarañada tampoco colaboró mucho aunque todo estaba ganado de antemano y la parcela visual compensó con creces. Un enorme escenario negro coronado por paneles de luces cambiantes que constantemente subían y bajaban, una enorme pantalla trasera que pasaba todo tipo de imágenes mientras que las dos laterales, más pequeñas y de peor definición, ofrecían primeros planos del espectáculo. Sanz, generalmente guitarra en mano, estuvo flanqueado por nueve músicos, cuatro mujeres y cinco hombres pero, eso sí, ellas a un lado del escenario y ellos al otro.

 Después de un largo medley, espectacular por las proyecciones en la pantalla trasera, llegó Corazón partío, el Sant Jordi se vino abajo y el tema subió a las alturas cantado por una sola voz de 14.000 gargantas más Alejandro Sanz que más que cantar disfrutaba del momento.
Sanz domino perfectamente la situación con una presencia escénica que lo llena todo y un puñado de canciones efectivas y preñadas de un ritmo danzante que puso a todo el mundo en movimiento. Invitó a la mejicana Paty Cantú a compartir Un zombie a la intemperie y al coro de jóvenes africanos para Looking for Paradise. Apoteosis, rodeado de niños bailando y gran abrazo final, que culminó con No es lo mismo antes de la larga tanda de bises que comenzó en solitario sentado ante el piano.

 Tras lo visto el viernes en el Sant Jordi, si la gira se vuelve a alargar, Alejandro Sanz puede volver sin miedo a Barcelona para presentar su disco por tercera vez, el éxito está asegurado.