domingo, 9 de junio de 2013

Nunca falla. Más bien, roza la excelencia. ♥

Alejandro Sanz, junto a su inseparable guitarra, en los compases iniciales de su concierto. Nunca falla. Más bien, roza la excelencia. Alejandro Sanz volvió a demostrar ayer, en su regreso a la provincia tras un silencio de tres años, que es una apuesta segura. Siempre lo da todo, y eso es mucho tratándose de un artista de reconocido prestigio mundial, uno de los españoles más internacionales. Su arte gana con el poso de la experiencia, su música continúa gustando, y cada vez engancha a nuevas generaciones, y su cercanía sigue intacta. Alejandro Sanz no se ahorra guiños, nunca lo hizo. Y no evita gestos de simpatía con su gente. Ayer tampoco. Fue el de siempre, romántico e intenso, de la mano de La música no se toca.

Con los acordes de Llamando a la mujer acción, una de las canciones que dan forma a su último disco, Alejandro Sanz abrió el concierto de ayer en el auditorio de IFA, donde reunió a unas 8.000 personas, según la organización. Da igual los años que pasen, su público siempre es fiel. Anoche se volvió a demostrar. Ni el precio de las entradas -de 34 a 150 euros- ni la difícil situación económica que atraviesa el país fueron obstáculo para que el recinto ferial vibrara con un artista que siempre lo deja todo sobre el escenario. Un espacio que ayer fue parte indispensable del espectáculo, con una mezcla de luces e imágenes a la altura sólo de los grandes.
Alejandro Sanz, en vaqueros y chaqueta oscura, rompió la tensión de todo inicio con tres temas actuales, entre ellos el popular Se vende, coreados como si fueran clásicos por un público entregado. "Ya nadie aquí se llama, no se oye ni una voz, los muebles y el silencio abarrotan el salón", entonaba el madrileño, en unas estrofas que sonaban incoherentes con lo vivido en el recinto, que no dejó de corear ni una sola palabra durante una noche que se prolongó unas dos horas, y en la que el cantante felicitó al Elche por su reciente ascenso a Primera División.
Y tras recordar Desde cuando, de Paraíso Express, Alejandro Sanz -siempre pegado a su guitarra- regaló a los presentes una fusión de cuatro temas que ya forman parte de su dilatada historia: Nuestro amor será leyenda, El alma al aire, Labana y Quisiera ser.
De vuelta a su último disco, puso voz a Camino de rosas, el single que ahora suena en las emisoras musicales del país y que dio el testigo al segundo medley de la velada. Esta vez más íntimo, con otras cuatro piezas inherentes a su discografía: Enséñame tus manos, Para que me quieras, Hay un universo de pequeñas cosas y Me iré.

Repaso a dos décadas
Apenas dejó canciones recientes por tocar, aunque sí se echaron de menos muchos de sus clásicos, de esas canciones que forman parte de la vida de sus seguidores. Muchas se pidieron, pero tras más de dos décadas de carrera, resulta imposible contentar a todos. Y eso que ayer sonaron una treintena de los ritmos de su repertorio.
Y nada hubiera sido posible sin su banda, sus chicos y chicas, esta vez en igual proporción. Cinco y cinco, con un protagonista: Alfonso Pérez, un barcelonés al piano.
Se oyó y se coreó como la que más Corazón partió, el clásico entre los clásicos, también Y, ¿si fuera ella?, Amiga mía y Mi soledad y yo.
Sobrepasada la medianoche, se bajó el telón. Horas antes, al filo de las seis de la tarde, Alejandro Sanz, en su cuenta en Twitter, escribió: "Alicante, voy para ti". Un mensaje que cerró con un guiño de ojo muy suyo. Pero no sólo fueron palabras. El madrileño vino a Alicante, a Elche para ser precisos, para demostrar que, pese a que pasan los años, él sigue en la cresta de la ola. Sus letras no cambian, evolucionan, sus estrofas siguen jugando con el infinito, conservando la complejidad de unos versos trabajados. Él tampoco cambia. En todo caso, mejora. Pero él no se conserva en barrica, prefiere compartir su música. Y como los buenos vinos, lo hace con toda una explosión de matices. Ayer lo demostró sobre el escenario de IFA, en un viaje por las emociones, donde la música siempre queda.

http://www.diarioinformacion.com/cultura/2013/06/09/queda-musica/1383152.html

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